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Bucea en la historia del pecio Bou Ferrer.

Imagen del pecio Bou Ferrer.
Uno de los mayores pecios romanos hundidos en las costa mediterránea se ha abierto a los buzos, creando una experiencia subacuática que une arqueología, conservación del patrimonio, turismo y buceo.  El pecio Bou Ferrer se encuentra en Villajoyosa y será visitable durante los meses de julio y agosto.

El pecio Bou Ferrer es una gran nave mercante romana naufragada a mediados del siglo I d.C. frente a las costas de La Vila Joiosa. Con 30 metros de eslora y unas 230 toneladas de porte, era capaz de transportar un cargamento de 2.500 ánforas, cada una de las cuales contenía unos 40 litros de salsas de pescado a base de boquerón, caballa y jurel. El famoso garum y otros salazones de pescado eran una de las mercancías más caras de la época, imprescindibles en la gastronomía romana. Pero Bou Ferrer es un proyecto de investigación y difusión de la arqueología subacuática valenciana.

En la actualidad, el pecio Bou Ferrer es el único gran mercante del periodo romano en todo el Mediterráneo que combina un magnífico estado de conservación con una profundidad bajo el mar asequible a los arqueólogos subacuáticos.

Las instituciones promotoras del proyecto de investigación han dado un paso decisivo y pretenden situarlo a la vanguardia de la divulgación in situ del patrimonio subacuático en Europa, al proponer un plan de visitas guiadas para buceadores deportivos. El papel de Vilamuseu como museo local será fundamental, al requerirse una visita previa obligatoria a las instalaciones del museo: allí, los buceadores descubrirán de la mano de los arqueólogos cómo se excava debajo del agua, por qué los pecios tienen tanta importancia como verdaderos documentos históricos, cómo pueden ellos colaborar en la protección del patrimonio subacuático o incluso podrán tocar piezas arqueológicas, como ánforas extraídas del Bou Ferrer. Con ello, se pretende que los visitantes se conviertan en cómplices de la salvaguarda del patrimonio sumergido, al comprender de primera mano sus valores y sus fragilidades.

Esta actividad se realizará durante los meses de verano: julio y agosto, en colaboración con el centro de buceo Alisub. Además por participar se deberá hacer una donación al proyecto, a parte de pagar los gastos normales de una inmersión.

Los primeros curiosos ya se han sumergido en este bonito pecio, que además, como novedad para este verano 2014 permite la realización de buceo adaptado.


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